Hay recetas que llegan para quedarse. Algunas nacen en las cocinas de grandes chefs, otras se transmiten de generación en generación… y otras surgen por accidente, como ésta que cuya receta te comparto hoy y que vas a querer repetir incluso en verano.
La Gazta Tarta, también conocida como Burnt Basque Cheesecake es una tarta de queso sin base, de aspecto rústico y superficie quemadita, que se creó casi por casualidad en un pequeño bar de pintxos de San Sebastián. Lo que parecía un error —ese horneado intenso que doró de más la parte superior— resultó ser todo un acierto. El contraste entre el exterior tostado y el interior cremoso conquistó a los comensales… y poco a poco, al mundo.
