
¡Lo sé! Es verano, hace calor –y más aún en la cocina–, y lo que más apetece es tumbarse junto a la piscina o el mar, sin pensar demasiado en comidas y mucho menos en cocinar. Aunque me apasiona cocinar y me relaja, también hay días en los que quiero levantar el pie del acelerador, aligerar tareas y estar cuanto antes nadando en el mar.
En esos días en los que asoma la pereza o sé que voy a tener la cabeza en mil cosas, mi truco es recurrir a recetas fáciles, que además sean resultonas y deliciosas. Y si se pueden preparar con antelación o duran varios días, ¡mucho mejor!